Los niños menores de cinco años son especialmente vulnerables a la malaria, de hecho, casi el 70% de los fallecimientos por esta enfermedad se registran antes de los primeros cinco años de vida, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y es que, aunque la tasa de mortalidad de la malaria se haya reducido un 29% en el período comprendido entre 2010 y 2015 -y en España está erradicada desde 1964– el paludismo aún se sitúa como una de las principales causas de defunción en los niños más pequeños, matando a uno cada dos minutos.

El contagio de malaria, tanto en niños como en adultos, depende de distintos factores como las condiciones climáticas o la ‘inmunidad’ a la enfermedad que haya desarrollado el paciente. De esta forma, el clima de una zona endémica de la enfermedad puede facilitar un aumento en el número de mosquitos transmisores (el vector de la malaria es el anopheles hembra) o mejorar su supervivencia; asimismo  -y aunque nadie puede desarrollar una inmunidad completa ante la malaria y son, por tanto, personas que pueden contraer la infección de igual manera-, los niños más pequeños son uno de los grupos poblacionales con un riesgo más pronunciado, pues aún no han tenido tiempo de que sus defensas generen resistencia a la enfermedad.

Las consecuencias de la picadura del mosquito transmisor de la malaria se complican de forma especial en los niños cuando deriva en una malaria grave. Esta forma de malaria con lleva el desarrollo paralelo de otro tipo de patologías que pueden tener consecuencias negativas para la salud futura del niño infectado.

Complicaciones de la malaria grave en niños

Malaria cerebral

Se caracteriza porque el niño muestra signos de fiebre, diarrea, tos, vómitos, deja de comer o beber, e incluso, el coma. Esta patología puede generar secuelas neurológicas posteriores como trastornos del habla, ceguera cortical o epilepsia en un 10% de los pacientes.

Anemia intensa

La disminución de los niveles de glóbulos rojos en sangre es el síntoma principal de muerte en niños con paludismo.

Disneia (acidosis)

Se trata de una respiración profunda y está asociada con un mayor riesgo de fallecimiento.

Hipoglucemia

La disminución de la glucosa es muy frecuente en los casos en los que la malaria grave está acompañada de episodios de desnutrición infantil.

Convulsiones

Este síntoma es mucho más importante en niños (afecta al 30%) que en adultos (afecta solo al 12%).

Plan piloto de la OMS para el tratamiento de la malaria en el África subsahariana

En previsión de paliar los síntomas de la malaria en los niños, así como de disminuir las consecuencias que el contagio de la enfermedad pueda tener en su salud futura, la OMS ha diseñado un plan de tratamiento de la enfermedad (piloto) que arrancará en 2018 en tres países del África subsahariana.