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5 lecciones para erradicar la malaria que son útiles en la crisis de la covid-19
- 25 noviembre, 2020
- Posted by: Cicero
- Category: Noticias
La acción colectiva, la detección precoz de enfermedades, una prevención sólida y una respuesta rápida son pilares importantes para proteger a la humanidad de las nuevas amenazas para la salud, así como también para promover los objetivos de salud pública en la erradicación de la malaria.
Erradicar enfermedades prevenibles y tratables como la malaria salvará millones de vidas y conducirá a comunidades más saludables y prósperas. A su vez, hará que el mundo esté más preparado para enfrentar cualquier nuevo desafío de salud en el futuro como este al que nos enfrentamos con la covid-19.
Desde que comenzó la pandemia, el coronavirus ha puesto a prueba las capacidades mundiales en materia de vigilancia, diagnóstico, tratamiento y recursos humanos para la salud, aspectos también básicos en una respuesta eficaz para erradicar la malaria.
Malaria y covid-19, ¿qué similitudes guardan?
Aunque la malaria y la covid-19 son enfermedades totalmente diferentes, sí que comparten ciertas similitudes.
En cuanto al número de casos, solo en 2018 se estima que hubo 228 millones de nuevos casos de malaria y estas detecciones no solo se producen en los países endémicos, sino que también pueden darse entre viajeros afectados por malaria importada.
Respecto a la covid-19, desde que se notificara el primer caso, en diciembre de 2019, se han confirmado más de 55 millones de casos y más de un millón de fallecidos a nivel mundial.
¿Qué medidas para erradicar la malaria son útiles también en la crisis de la covid-19?
1. Medidas profilácticas y de prevención
De cara a controlar y prevenir el contagio de la malaria, deben de guardarse ciertas precauciones en aquellas regiones donde no esté erradicada o donde presenta una baja transmisión/o está en proceso de eliminación. Así, será necesario utilizar prendas largas que cubran nuestro cuerpo, emplear repelentes para mosquitos que contengan DEET y permanecer bajo una mosquitera a la hora de dormir (las horas nocturnas son el momento de máxima exposición), si queremos evitar ser infectados.
Las medidas preventivas son también determinantes si queremos evitar contagiarnos por coronavirus. En este caso, el uso de protecciones como las mascarillas y guantes, el lavado de manos y el uso de desinfectantes, el mantenimiento de la distancia social, o evitar las reuniones sociales son las medidas más efectivas.
En ambos casos, es imprescindible ser consciente del lugar o área en el que nos encontramos o visitamos, y observar las condiciones higiénicas del mismo para adaptar todas las medidas de prevención.
2. Vigilancia epidemiológica
La vigilancia epidemiológica supone uno de los pilares en la estrategia de la erradicación y control de la malaria. Ésta
consiste, principalmente, en la búsqueda activa y control de casos de infección, además de la detección de brotes.
La vigilancia incluye la notificación de todo caso confirmado, la investigación oportuna en todos los casos de muerte por la enfermedad después de la notificación, la oportunidad en el diagnóstico y la orientación en las medidas de control.
Durante la crisis sanitaria actual, la detección precoz de todos los casos compatibles con covid-19 ha sido uno los puntos clave para controlar la transmisión, y al igual que ocurre con el paludismo, esto pasa por reforzar los equipos de profesionales de Atención Primaria.
3. Investigación
Tal y como indica la comisión creada por Lancet, la erradicación de la malaria requiere un nivel extraordinario de confianza y colaboración entre todos los países endémicos con el objetivo de lograr un mundo libre de malaria para 2050. Sin embargo, esto requerirá:
- Mejorar la gestión y la implementación de un programa contra la malaria y hacer un mejor uso de las herramientas existentes.
- Desarrollar nuevas herramientas de erradicación.
- Aumentar las inversiones y los fondos dedicados a la investigación.
El éxito en estas tres áreas dependerá de un liderazgo fuerte y del establecimiento de mecanismos de rendición de cuentas en todos los niveles.
Con la pandemia, expertos e investigadores de todo el mundo están desplegando sus amplias habilidades y conocimientos en materia de paludismo para luchar contra el coronavirus, aprovechando así los sistemas de vigilancia de la malaria y la infraestructura de salud en las fronteras nacionales.
4. Inmunidad de los pacientes
El desarrollo de inmunidad específica contra la malaria depende del nivel de exposición a la infección en una población dada. La inmunidad puede llevar la parasitemia a niveles bajos o indetectables, lo cual reduce los síntomas clínicos de la infección.
Aquellas personas que viven expuestas de forma continua a la picadura de mosquitos infectados pueden desarrollar cierta inmunidad, reduciendo el riesgo de que la infección cause enfermedad grave. Sin embargo, esta semi-inmunidad no es permanente y desaparece cuando permanecen alejados de la zona endémica.
Respecto a los casos por covid-19, un nuevo estudio concluye que muchos de los pacientes contagiados mantienen anticuerpos en su organismo para evitar un nuevo contagio durante varios años, aunque, de momento, diez meses es lo máximo que se puede certificar que es lo que llevamos de pandemia.
Pero a pesar de que multitud de investigaciones afirman que pasar la enfermedad nos proporciona inmunidad frente al virus, en el mundo se han conocido alrededor de una treintena de casos de un segundo posible contagio.
5. Tratamiento
Hasta la fecha, no existe una vacuna específica ni para la malaria ni tampoco para la covid-19, aunque existen diversas líneas de investigación para el desarrollo de la misma.
En el caso la covid-19, su desarrollo se ha convertido en una carrera a contrarreloj entre los diferentes laboratorios y farmacéuticas a nivel mundial, en la que algunas como Pfizer y BioNTech o Moderna han sido las primeras en completar la fase 3 de su vacuna, asegurando una efectividad de más del 90%. Mientras que la vacuna contra la malaria que se está probando actualmente en África protege un 40%.
El tratamiento farmacológico del paludismo varía en función del lugar en el que se haya contraído la infección, y en algunos casos, los pacientes podrían necesitar cuidados médicos y asistencia respiratoria.
Para los casos de coronavirus, actualmente no hay un antiviral específico para el virus, a pesar de que ciertas pautas de tratamiento parecen tener beneficios.
En los casos menos graves, desde Atención Primaria se centran en aliviar los síntomas con analgésicos, medicación para la tos, reposo y la ingesta de líquidos.