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Plasmodium vivax: el parásito que causa 80 millones de casos de malaria
La malaria es una enfermedad infecciosa producida por un protozoario del género Plasmodium. Tradicionalmente han sido 4 especies de parásitos Plasmodium los que se consideraba que transmitían la malaria a humanos: P. falciparum, P.vivax, P. ovale y P. malariae.
En este post hablamos sobre el Plasmodium vivax y uno de sus parientes cercanos, el Plasmodium cynomolgi, que infectó a una turista danesa cuando visitaba Malasia y Tailandia.
El Plamosdium vivax
El P. vivax es el parásito que predomina en América donde causa el 74,1% de los casos de paludismo[1]. Si bien es cierto que el P. falciparum causa 500 millones de casos de malaria mientras que el P. vivax causa entre 70 y 80 millones y por eso se concibe como “más benigno”, los estudios demuestran que también está asociado a cierta mortalidad.
¿Qué problemas genera la infección por Plasmodium vivax?
El principal problema de este parásito son las recaídas: su forma hepática (hipnozoitos) puede reactivarse meses e incluso años después de la infección.
Diagnosticar esta forma hepática presenta una gran complicación, pues las herramientas actuales de diagnóstico no están preparadas y, por tanto, no podremos hablar de una eliminación hasta que no se desarrollen nuevas técnicas.
Además, durante la fase sanguínea de la infección, el parásito invade de manera exclusiva los glóbulos rojos inmaduros (reticulocitos), lo que dificulta los estudios que analizan la biología del parásito.
El Plasmodium vivax y su pariente cercano
El desarrollo humano en zonas boscosas y las áreas que se convierten en turísticas conduce a una coexistencia más cercana de humanos y monos. Esto puede aumentar la cantidad de casos en que la malaria se transmite entre ellos.
Es el caso del P. cynomolgi, que comparte el mismo ciclo de vida y algunas características biológicas con el P. vivax. Al igual que ocurre con este último, el P. cynomolgi cambia la estructura de la membrana de los glóbulos rojos causando perturbaciones superficiales difíciles de detectar con las técnicas actuales[2].
Actualmente, un estudio[3] demostraba la presencia de este parásito en una turista que viajó con su esposo e hijos durante un mes y medio a Malasia y Tailandia en el año 2018.
Ninguno de ellos tomó quimioprofilaxis, aunque utilizaron repelente de mosquitos. La mujer confirmó haber recibido varias picaduras de mosquito y, el día antes de volver a Dinamarca (su ciudad de origen),comenzó a experimentar dolor muscular, malestar general, fiebre, dolor de cabeza y de vientre. Los síntomas disminuyeron después de 8 horas, pero volvieron al día siguiente. Fue ingresada en el hospital por fiebre de 39º y sospecha de malaria, pero tras el análisis en el microscopio, el resultado era negativo para paludismo. Como los síntomas persistían, se volvió a realizar un análisis, esta vez con amplificación isotérmica, que reveló la existencia de parásitos de malaria.
En un primer momento parecían de P. vivax, pero mostraban características morfológicas diferentes. El Laboratorio Nacional de Parasitología, a través de las últimas tecnologías de diagnóstico, confirmó que se trataba de P. cynomolgi.
El P. cynomolgi es el segundo parásito de la malaria más estudiado de primates no humanos después del P. knowlesi, debido a su similitud con el P. vivax. Más en concreto, el P. cynomolgi se ha utilizado en investigaciones sobre una amplia variedad de temas de malaria, incluida la biología del hipnozoito, las respuestas inmunitarias del huésped a la infección y para evaluar la eficacia de medicamentos antipalúdicos y vacunas[4].
[1]https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/malaria
[2]https://www.scielosp.org/scielo.php?pid=S1415-790X2012000300005&script=sci_arttext&tlng=pt
[3]https://wwwnc.cdc.gov/eid/article/25/10/19-0448_article
[4]https://www.cambridge.org/core/journals/parasitology/article/nonhuman-primate-malaria-parasites-out-of-the-forest-and-into-the-laboratory/AB54C1474C6F7E7BD8F346771D2FA2D5