En España, el doctor Jan Macdonald, médico de la Compañía minera de Riotinto, los doctores Huerta y Mendoza y el doctor Pittaluga extendieron el conocimiento de la malaria en los primeros dos años del siglo XX, entre 1900 y 1902. Pittaluga estudió la incidencia y distribución de la enfermedad en España y relacionó su prevalencia con condiciones sanitarias desfavorables, alta densidad de población, encharcamientos locales y altas temperaturas y humedad. Bajo la dirección del doctor Pittaluga se organizadó una comisión para el estudio de las regiones más afectada, en colaboración con la Sociedad de Naciones.

Gracias al auge del entramado farmacéutico e industrial (que hizo posible el acceso a los fármacos y dosis preventivas a las poblaciones más afectadas) al uso de procedimientos larvicidas y a las obras de saneamiento ambiental en cuencas mineras, vías ferroviarias y áreas agrícolas. El objetivo fue el diagnóstico y tratamiento de la malaria mediante la creación de la red de dispensarios antipalúdicos (consultorio y laboratorio). En 1924 el Instituto Antipalúdico de Navalmoral de la Mata asumió la dirección científica contra la malaria hasta su erradicación en 1964.

Fecha de publicación: 31 de diciembre de 2018.