La malaria es una enfermedad febril aguda caracterizada por una sintomatología que incluye fiebre, escalofríos, dolor de cabeza o vómitos y que suele hacerse patente a la semana de haber recibido la picadura del transmisor: mosquito anopheles hembra. Cada año se producen entre 200 y 300 millones de casos de malaria en todo el mundo; de ellos, un millón fallece a causa de esta enfermedad, el 90% en el África subsahariana.
¿Qué es la malaria?
La sintomatología: fiebre, dolor de cabeza o vómitos
Los parásitos que contagian la malaria llegaron procedentes de la India hace 2.500 años
El parásito responsable de la llegada de la malaria a la península ibérica llegó procedente de la India en el siglo V antes de Cristo. Diversas investigaciones han demostrado, después de haber generado millones de secuencias de los parásitos causantes de la malaria y reconstruir su genoma mitocondrial, que la secuencia europea del parásito ‘P. falciparum’ pertenece a una cepa encontrada únicamente en la India.
Aunque los primeros casos de malaria en seres humanos se remontan a la Prehistoria, los datos más tempranos que describen de forma clara la enfermedad se remontan a la época de introducción de la enfermedad en España, cuando Hipócrates mencionó las ‘fiebres intermitentes’, denominación con la que era conocida la malaria en la Antigüedad.
La OMS declaró erradicada la malaria en España en 1964
La malaria, o paludismo, fue una enfermedad con una amplia presencia en España desde su introducción en el siglo V a.C. hasta 1964, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró erradicada la enfermedad en el país tras los exitosos resultados del Plan de Operaciones para la Erradicación del Paludismo en España, rubricado con el ente internacional en 1959.
Este plan consistió en un programa de vigilancia epidemiológica activa que se sumó a la ya existente red de dispensarios antipalúdicos y al seguimiento de la enfermedad por parte del Instituto Antipalúdico de Navalmoral de la Mata, que asumió la dirección científica ante la malaria hasta su erradicación.
La falta de inmunización de los aborígenes hizo que la malaria tomara dimensiones epidémicas
El encuentro entre las culturas de la orilla este del océano Atlántico con los indígenas americanos, y la falta de inmunización de éstos ante las plagas que habían afectado a Europa, África y Asia, propició que la llegada de la malaria a América adoptara dimensiones epidémicas entre los aborígenes. Estudios recientes han confirmado que los parásitos que -actualmente- contagian la malaria en América son casi idénticas a las variantes del parásito que actuó en Europa hasta el siglo XX, lo que confirma la hipótesis de que la malaria fue introducida durante el descubrimiento de América entre los siglos XV y XVI.
Antes de acudir a un área con casos de malaria debe consultar con su profesional sanitario
De cara a para el controlar y prevenir el contagio de la malaria deben tenerse en cuenta varios aspectos a la hora de viajar a regiones donde la enfermedad no esté erradicada. En áreas con casos de malaria; utilice prendas largas que cubran su cuerpo; emplee repelentes para mosquitos que contengan DEET (N,N-Dietil-meta-toluamida); y recuerde permanecer bajo una mosquitera a la hora de dormir (las horas nocturnas son el momento de máxima exposición). En cualquier caso, consulte con su profesional sanitario de referencia.
Los síntomas son consecuencia del avance parasitario de la infección por el torrente sanguíneo
La malaria es una enfermedad febril aguda caracterizada por una sintomatología que incluye fiebre, escalofríos, dolor de cabeza o vómitos y que suele hacerse patente a la semana de haber recibido la picadura del transmisor: mosquito anopheles. Los síntomas de la malaria se presentan cada 48 o 72 horas (el tiempo necesario para que los parásitos destruyan los glóbulos rojos) provocando anemias(como consecuencia del menor número de glóbulos rojos) el vertido de grandes cantidades de hemoglobina en el torrente sanguíneo.
Sólo treinta clases del moquito anopheles son vectores de la malaria
La malaria es una enfermedad causada por la introducción de un parásito en el torrente sanguíneo del infectado, tras la picadura del mosquito anopheles. La Tierra alberga más de 400 especies de este mosquito, de las cuales, sólo treinta son transmisores del parásito responsable de la malaria. El parásito que porta, los ‘esporozoítos‘, alcanzan las células del hígado -donde se reproducen- hasta el momento en el que las rompen, siendo liberados a la circulación sanguínea en forma de ‘merozoítos‘.
El tratamiento farmacológico de la malaria varía en función del lugar en el que se haya contraído la infección
Los pacientes infectados por malaria suelen requerir su ingreso en el hospital, especialmente los afectados por el parásito «P. falciparum». El tratamiento de la malaria varía en función del lugar en el que se haya contraído la infección. Algunos pacientes pueden necesitar cuidados médicos y asistencia respiratoria.
La malaria afecta a regiones de África, Asia y América situadas entre los trópicos de Cáncer y Capricornio
Casi un centenar de países (96) se encuentran expuestos al contagio de malaria, una enfermedad provocada por la picadura del mosquito Anopheles infectado y que afecta a las regiones de África, Asia y América situadas entre los trópicos de Cáncer y Capricornio, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En 2015, se registraron 214 millones de casos de malaria en todo el mundo. Según previsiones de la OMS, 21 países estarán en posición de ser declarados ‘libres de malaria’ en los próximos cinco años.
Fecha de publicación: 31 de diciembre de 2018.